Por Leire Agüero
La decisión de compra de un consumidor puede estar motivada por distintos factores; sexo, edad, poder adquisitivo, nivel cultural, lugar geográfico… Los diversos productos que adquiere también contribuyen a que sus necesidades y su forma de comportarse varíen.
Pero cuando hablamos de los elementos y materiales que forman parte del sector de la construcción las prioridades de los consumidores se homogeneizan, centrándose en un requisito fundamental; ¡la “seguridad” por encima de todo! Un pequeño imprevisto, un mal funcionamiento del material ante una adversidad, puede conllevar no solo graves consecuencias económicas…
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